Es la típica frase que nos dicen siempre pero que nunca apreciamos, pensando que no es verdad, que hay cosas que también importan, como el dinero, el trabajo, etc. (cosas materiales).
Y escribo esto porque esta Semana Santa ha sido la mejor en años, y en ellas incluyo algunas en las que he realizado viajes...
No hemos ido a ninguna parte de viaje, no hemos hecho excursiones diarias (salvo ayer, Lunes de Pascua), no hemos ido al cine, no hemos ido a cenar ni a comer ni al MacDonal's (vamos ahí nunca voy), no hemos hecho nada especial, y encima se me ha embozado la pila de la cocina y estoy desde el jueves fregando (malamente) en la pila del lavabo, simplemente hemos estado en casa, los 4 juntos y en familia.
No he escrito mucho sobre el tema, pero tener un hijo con un "problema" aún no diagnosticado quema y mucho, hasta el punto de plantearte si ha merecido la pena la maternidad. Hasta la fecha, pensar en un fin de semana era pensar en infierno... no menos un puente de 5 días. Hasta hoy, porque, por fin, se ha portado como lo que es, un niño inquieto de 4 años, con sus rabietas, sus negaciones, que le casca al hermano de vez en cuando, pero un niño....
Ayer nos dimos todos cuenta, ¡vaya por fin se comporta! y por eso estoy feliz y no me acuerdo del resto de circunstancias que nos rodean, no he pensado en que llevo dos años sin un trabajo remunerado, ni de las horas que llevamos sin dormir intentando llevar a cabo un nuevo proyecto, ni de que dentro de 15 días he de pagar los impuestos municipales (que probablemente no pueda pagar, pero me da igual, más daño han hecho otros y están viviendo como reyes), que llevamos 4 años sin poder salir de "vacaciones", que llevo otros tantos sin renovar el armario, me da igual... hoy estoy feliz, a pesar de que Tere no ha podido ver esta mejora en él, por eso afirmo que "la salud es lo único que importa".
