Os pongo en situación, todos los años el Colegio de Agrónomos nos "invita" (gracias a la cuota colegial qua pagamos) a una cena-cocktail en torno al 15 de Mayo, San Isidro Labrador. Aunque solía hacerse en el Club de Tenis de Valencia (de escándalo, todo delicioso, una pasada...), estos últimos años se ha ido cambiando el sitio (para mí a peor).
LAS BEBIDAS
- 3 mesas con cubiteras con botellas de vino tinto, blanco (excelente, todo hay que decirlo) de las Bodegas Clos de la Vall de Moixent y botellas de agua.
- 1 barra con surtidor de cervezas
Y ya está.
Era IMPOSIBLE beber algo, y no me refiero al alcohol, yo TENÍA SED y quería agua un refresco, que me costó lo suyo conseguir y difícilmente puede beber una copa de agua.
Recuerdo otras cenas llenas de camareros con bandejas de bebida que no te daba tiempo a terminar los vasos.
LA COMIDA
Mío fue el error de no traer el díptico en el que se indicaba la "minuta"... en la que se prometía un sinfín de "cosas del chef" como le llaman ahora a las recetas inventadas que no encontré.
Porque había que ir a dos mesas a pelearse con todos los señores ingenieros para poder hacerte con dos mini-bocadillos de queso brie.
- Apenas había jamón
- Sacaron el embutido frío ¡señores! y todos haciendo cola para que se calentase y ponernos un trocito en un pepito...
- ¡Las papas estaban blandas!
- Se supone que habían langostinos ¿dónde?
- Los canapés no tenían nada de especial.
- Los panecillos mucho pan y poca mezcla.
- Y llega el momento de las paellas, bueno... el arroz a banda estaba soso pero se podía comer.
LOS POSTRES
Nos envían a una sala para tomar café, dulces y barra libre. Pues los dulces dieron para dos pinchos de piña por persona.
La barra libre no la utilicé porque tenía los riñones destrozados de estar todo el rato de pie
DECORACIÓN
La decoración de los Jardines la Hacienda no se salen de lo común en todos los salones de bodas y banquetes, tirando a lo pomposo y lo cursi, pero lo importante es poder comer bien y pasar un buen rato. Que no fue el caso porque no había dónde sentarse.
- Difícil encontrar una servilleta.
- No sabíamos qué hacer con el plato para ponerte algo de comer, en una mano el plato, en otra la copa...
CONCLUSIÓN
En fin, que yo, animal de buena gana, he quedado muy despagada con el sitio, con el servicio de camareros y la calidad de la comida.
Ahora señores, ¡¡Contrátenme!! (jajaja)
0 comentarios:
Publicar un comentario