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06 abril 2010

Vuelve a casa, vuelve

en 18:09 2 comentarios
Pasadas ya las vacaciones de Semana Santa, de las que 2 días has sido en mi flamante (o no) coche... reflexiono un poco sobre el tema de los accidentes de tráfico.
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44, si no recuerdo mal, han sido las víctimas en accidentes de tráfico en estos días "santos", por decirlo de alguna manera porque, vamos a ver ¿si todos se supone somos Cristianos, ¿Por qué el Jueves es fiesta en unas comunidades y en otras lo es el Lunes? ¿Realmente nos importa lo que le pasó al "Señor" o nos preocupa más una operación salida-retorno algo más escalonada? (imagina 46 millones de españolitos todos a la vez de aquí para allá, los valencianos que se cruzan con los manchegos, los catalanes hacia Aragón, los aragoneses hacia Cantabria... y (casi) todos pasando por Madrid, sin contar la desbandada de sus habitantes de forma radial hacia cualquier punto de la península con playa)

Pues a lo que iba, mi reflexión viene a cuenta a que no me parece una cifra exagerada viendo cómo conduce la gente y cómo no se toman en serio las advertencias de no tomar alcohol, descansar, cambiar de conductor, etc..

El tema de la velocidad parece que se está solventado con el nuevo carnet  por puntos, antes acostumbrábamos a perder casi hasta el retrovisor cuando se cruzaba un "cochazo" con una granja entera de caballos en el motor, vacilando a 180-200 km/h (lo peor es que lo hacían hasta los papanatas que con un simple ZX se pensaba tenían EL coche, y que todos teníamos que ir alabando a EL coche y a EL  papananta que lo llevaba a 180 km/h---yo he sufrido de estreñimiento agudo por subir con uno de estos, pero una y no más, Santo Tomás---)

El alcohol... a no ser que sea de noche, se supone que no te hacen un control de alcoholemia, así que durante el día se puede beber, ¡¡que yo controlo!! ¡¡que yo voy bien!!. Lo digo por mi particular operación salida, con mi parada de rigor en torno a las 15,00 para comer, descansar, cambiar de conductor e ir a tomar un café en un asador de carretera, lleno hasta la bandera, con mesas vino, cervezas y grandes paltos de carne (cordero y cochimillo) en todas las mesas, vamos lo más ligero para conducir.
O las salidas al campo y el regreso a casa tras latas y latas de cerveza (y lo que no es cerveza) pero, como son carreteruchas ente pueblos....Como oí decir en un pueblo de la España rural: ¡aquí no pasa naaaaa! (refiriéndose a la benemérita)

¿Pero qué pasa con las personas?
¿Qué tipo de estímulo necesitamos para conciencianos del problema?
No es suficiente con ver una moto calcinada en la carretera con una persona siendo atendida en la calzada y dos ambulancias (una de ellas cerrada) que en cuanto pasa el accidente empezamos a achuchar y ha hacer adelantamientos indebidos
Por que la de achuchar es otra: señor condutor estresado que lleva un coche de más de 30,000€, si estoy adelantando a mi velocidad adecuada, por más que usted se ponga a 20cm de mí con el intermitente de la izquierda puesto, no voy a ir más rápido, lo único que va a conseguir es que me ponga nerviosa y cause un accidente al cambiar de carril demasiado pronto o que tenga que frenar y a usted no le de tiempo con lo que , paff tenemos otra torta de las buenas, así que ¡¡paciencia y si las carreteras son de 120... por algo será!!
No es suficiente con perder un familiar en un accidente, no porque seguimos tomando las curvas (de esas que llevan dos señales << de curva peligros...) a más de 100 km/h en carreteras comarcales (de las de 80).
Porque este es otro tema, raro no es la persona que viva o veranee en un pueblecito que no haya tenido una salida de carretera y que lo cuente como una anécdota graciosa en su vida..."esta carretera me la hago too ciego nano, y un dia me osité y los colegas, nano , ahí en le campo cebollas, xè tú"

Y, no hablemos de los adelantamiento en carreteras secundarias: dos camiones seguidos de tres coches y en cambio de rasante, que aunque lleves un Merche, si viene cualquier vehículo de frente, nadie te libra del viaje al otro lado...

Esta es mi reflexión,
la próxima: por un país sin humos.

 

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